En las ultimas semanas hemos visto como tanto Sony y Microsoft presentaron detalles de su nueva generación de consolas, PlayStation 4 y Xbox One. Como era de esperarse esto ha desatado una guerra de opiniones entre la comunidad de jugadores, tratando de dar ganadora como la mejor consola a una de estas, discutiendo aspectos como la estética o diseño, las diferencias entre los nuevos mandos (como que uno trae panel táctil y otro no) y quizás lo más importante para muchos, las especificaciones técnicas.
Ahora bien, a mi parecer hay algo diferente en esta nueva generación que muchos no lo toman en cuenta a la hora de decidir, un aspecto que quizás justifica las diferencias entre una y otra consola. Por eso en este artículo me enfocaré en esa característica diferenciadora y comienzo respondiendo la siguiente interrogante. Sigue leyendo